Autor: Pedro Perez Hernandez El mensajero Miserable cobarde te la pasaste buscando broncas, pero nunca pelaste con nadie, siempre salías huyendo como rata del barco que se está incendiando, aunque son demasiados los ejemplos solo te recordare tres. En el Moncada no pelaste, no tiraste ni un tiro, llegaste tarde y no por casualidad, todo lo contrario, fue a propósito y después te entregaste a los militares del ejército que previamente ya tu lo habías arreglado, para que te cuidar an el pellejo y así llegar a los tribunales. Después cuando te hiciste del poder, traicionaste a Urrutia, se lo mereció por estúpido. En Alegría de pio, tú y tu hermanito salieron huyendo a toda velocidad, el bravo de esa acción fue Camilo Cienfuegos, otro tonto que calló en tu trampa, lo usaste y después lo ejecutaste, ya era un estorbo y tenía que ser desechado. En Girón, fue tanto el miedo que experimentaste al ver como peleaban unos Muchachos de la Brigada de asalto 2506, cuyas edades